Introducción
El comunicado final de la Cumbre de líderes OTAN, celebrada en Londres en diciembre de 2019, contenía una invitación al secretario general (SG) para “presentar una propuesta, basada en expertos relevantes y mediante un proceso de reflexión, para reforzar la dimensión política de la OTAN, incluyendo las consultas”[1]. En aquel momento, aún resonaba con fuerza la advertencia del presidente Macron[2] señalando que la OTAN “estaba llegando a una situación de muerte cerebral” debido a su falta de coordinación estratégica. Al margen de la crudeza de las palabras, la frase sirvió para resaltar una realidad difícil de rebatir, ya que el vigente Concepto Estratégico de la Alianza se remonta al año 2010, presentando una relación estratégica con Rusia muy diferente a la actual y, por otra parte, ni siquiera se menciona a China.
Diez años después, la situación geopolítica está presidida por la denominada “competición estratégica” entre las grandes potencias y la Alianza Atlántica debe adaptarse con rapidez a esta compleja situación de rivalidad. En el escenario político estadounidense se percibe que Washington busca una cierta reorientación en la relación trasatlántica. Estados Unidos precisa que la Alianza tenga en cuenta la región del Indo Pacífico, no solo el Atlántico Norte, y por ello necesita que los aliados europeos aumenten su nivel de atención hacia China, un gigante cuyo aparentemente incansable auge supone un hecho geopolítico de extraordinario alcance.
El pasado 3 de diciembre, Jens Stoltenberg presentó públicamente el resultado final del mencionado encargo. El documento NATO 2030: United for a New Era[3], que el grupo de alto nivel -compuesto por diez reconocidos expertos[4], cinco hombres y cinco mujeres- elevó al SG, contiene una serie de recomendaciones destinadas a reforzar la cohesión política y la capacidad de la Alianza Atlántica para hacer frente a los nuevos desafíos de seguridad.
El documento de 67 páginas es, como no podría ser de otra manera, fruto de numerosos compromisos entre los diez expertos que debido a la pandemia del COVID-19, se reunieron virtualmente en numerosas ocasiones y con diversos interlocutores desde que se estableció el grupo el pasado 2 de abril. El texto, disponible en la página oficial de la Alianza Atlántica, fue debatido por los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en su reunión celebrada los días 1 y 2 de diciembre, y será presentado a los jefes de Estado y de Gobierno aliados en la próxima cumbre, que tendrá lugar previsiblemente en el primer semestre de 2021. Contiene un total de 138 recomendaciones y, aunque se trata de una evidente simplificación, si tuviéramos que resumir el resultado en una sola idea diríamos que su principal conclusión es que la Alianza debe adaptarse con celeridad para seguir siendo relevante en el año 2030[5], y la forma de hacerlo es reforzar la dimensión política de la OTAN.
La amplitud del mandato recibido permitió que el grupo de expertos no considerase necesario realizar propuestas sobre las actividades específicamente militares de la OTAN[6]. Aunque es evidente que el foco del informe reside en la dimensión política de la Alianza, es importante tener presente que esta debe alcanzarse en un adecuado equilibrio con la dimensión militar[7]. Como señala el propio documento, “la OTAN necesita una dimensión política fuerte que iguale su adaptación militar”. Seguir leyendo
____
Francisco Javier Ayuela, Coronel de Infantería de Marina (R), fue profesor del Colegio de Defensa de la OTAN en Roma.
[1] London Declaration Issued by the Heads of State and Government participating in the meeting of the North Atlantic Council in London, 3-4 December 2019, https://www.nato.int/cps/en/natohq/official_texts_171584.htm.
[2] “Emmanuel Macron warns Europe: NATO is becoming brain-dead”, The Economist, November 7, 2019, https://www.economist.com/europe/2019/11/07/emmanuel-macron-warns-europe-nato-is-becoming-brain-dead.
[3] NATO 2030: United for a New Era. Analysis and Recommendations of the Reflection Group Appointed by the NATO Secretary General, https://www.nato.int/nato_static_fl2014/assets/pdf/2020/12/pdf/201201-Reflection-Group-Final-Report-Uni.pdf.
[4] La elaboración del informe ha sido dirigida conjuntamente por el estadounidense Aaron Wess Mitchell y el alemán Thomas de Maizière. El resultado final, tras numerosas consultas con políticos, académicos, empresarios, militares, diplomáticos, diferentes representantes, de los 30 estados que componen la Alianza, países asociados y organizaciones internacionales, fue aprobado por consenso.
[5] ERLANGER, Steven: “NATO Needs to Adapt Quickly to Stay Relevant for 2030, Report Urges”, The New York Times, November 30, 2020, https://www.nytimes.com/2020/11/30/world/europe/nato-2030-russia-china.html.
[6] MORCOS, Pierre: “NATO in 2030: Charting a New Path for the Transatlantic Alliance”, Center for Strategic &International Studies (CSIC), December 3, 2020, https://www.csis.org/analysis/nato-2030-charting-new-path-transatlantic-alliance.
[7] HURT, Martin: “NATO 2030 – initial reflections from the northeast corner of the Alliance”, International Center for Defense and Security (ICDS), December 4, 2020, https://icds.ee/en/nato-2030-initial-reflections-from-the-northeast-corner-of-the-alliance/.
Comments