Agustín Conde
Hace algo menos de medio siglo que España salió del Sahara. Desde entonces han quedado sentadas varias ideas en la opinión pública: que España abandonó precipitada y cobardemente a los saharauis, dejando el territorio a las primeras de cambio; que España está en deuda con los saharauis y el Frente Polisario; y que Marruecos actuó con inteligencia pero con absoluta vulneración del Derecho Internacional. De esas tres ideas solo la tercera me parece cierta, y a lo largo de estas líneas trataré de argumentarlo.
En esa tendencia tan española de despreciar cuanto hemos hecho (los mayores culpables de la Leyenda Negra somos los propios españoles, básicamente por omisión) se tiene la idea de que España acometió la descolonización de su última colonia, el Sahara Español, de modo desordenado e improvisado, lo que no es cierto. Conviene poner en contexto el caso español con el de otras potencias coloniales para ver la diferencia entre unos y otros procesos descolonizadores y las consecuencias que tuvieron en sus respectivas metrópolis. (Seguir leyendo)
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