Occidente está demostrando una unidad y una determinación en apoyo de Ucrania que ni Putin, ni muchos en el propio Occidente esperaban. Si el principal objetivo de Putin era dividir a la comunidad transatlántica, podemos decir que ha fracasado. Putin ha querido convertir este conflicto en una disputa entre dos visiones distintas del orden mundial. Las democracias liberales, tan criticadas por tener «presuntamente» un doble rasero, parecen decididas a seguir desarrollando su visión del orden internacional y defenderla con más firmeza.
Para ello es necesario hacerse más atractivo para la comunidad internacional en general, prestando mayor atención a las críticas legítimas al orden existente y a otras preocupaciones, en especial, las provenientes del «Sur global». Y el orden internacional, que está siendo atacado por la agresión rusa, solo puede preservarse si logramos el apoyo de los Estados de África, Iberoamérica y Asia. (Leer más)
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