Si Hillbilly Elegy, de J. D. Vance, logró dar a conocer y entender la realidad de la clase baja de raza blanca estadounidense, y que empatizásemos con la vida de esa desdeñada white trash, Michael Savage lleva décadas dando voz y poniendo en negro sobre blanco sus aspiraciones políticas. Desde que en 1994 comenzara su carrera radiofónica, emulando a todo un clásico en el medio como Rush Limbaugh, Michael Savage ha introducido en los hogares de toda América los principios esenciales del nacionalismo populista estadounidense que en 2016 catapultó a Donald Trump a la Casa Blanca. A pesar de no ser el único apoyo en su carrera a la presidencia, pudiendo nombrar entre sus incondicionales al mencionado Limbaugh o Ann Coulter, Sean Hannity o Bill O´ Reilly, el propio Trump reconoció la importancia de Savage en su victoria electoral, afirmando que no lo habría conseguido sin él. No es extraño, por tanto, que Savage haya sido apodado el padrino del Trumpismo.
Pero Savage no solo conduce su programa de éxito nacional “The Savage Nation”, también es un prolífico ensayista político desde que en 2002 publicara su libro con el mismo nombre que su programa radiofónico y con el revelador subtítulo de “Saving America from the Liberal Assault on Our Borders, Language and Culture”, y que anticipó en gran medida el programa político que Donald Trump defendería catorce años más tarde. Aquí analizaremos su último ensayo, donde Savage no tiene por objetivo elogiar al ahora Presidente, sino advertir sobre la enormidad de la tarea que aún le queda por delante, y sobre todo, de las resistencias a las que tendrá que hacer frente para llevar a cabo su programa político, pues para Savage, todo lo que tiene que hacer Trump es “to keep his campaign promises and restore this nation to its former greatness”, y para ello “we must be prepared for the fight of our lives”.
Como es habitual en sus libros, Savage divide su ensayo en los distintos temas que considera esenciales en su visión de Estados Unidos, desde el famoso drenar el pantano, ya que “there are armies of special interests on the right and the left that have trillions to lose if we succed in restoring this nation”, a la lucha contra el Estado profundo, el que presuntamente domina Washington y que estaría formado por “globalist who seek to turn America into a European social democracy domestically and an empire internationally”, pasando por el resto de temas que tanto separan a Trump del Republicanismo regular, como la economía, donde al igual que Bernie Sanders, Donald Trump, según Savage, reconoce también que el sistema está amañado “for rich special interests and against the rest of America”, pero en lugar de abolir el capitalismo, lo que el nacionalismo populista postula es una verdadera economía de libre mercado, tanto a nivel interno como a nivel mundial, donde los acuerdos internacionales (como el NAFTA o el TPP) son criticados por destruir el empleo nacional y alterar el equilibrio de poderes sancionado en la Constitución, ya que dichos tratados “delegate legislative power away from our elected government completely, bestowing it upon unelected, international regulatory boards”. Por esa razón, para Savage, el Brexit y la victoria de Trump son manifestaciones de un mismo fenómeno, “the little people stood up and said they wanted their countries back”.
No es la única dimensión del internacionalismo que es atacada por Savage, quien se describe como un anti-war conservative, una postura que había sido arrinconada en el Partido Republicano desde finales de la década de 1940, cuando Robert Taft perdió las primarias ante Thomas Dewey y la Administración Truman aprobó con un apoyo bipartidista la creación de la OTAN y la asistencia militar a los aliados europeos. Como Taft antes, Savage se opone a la Promoción de la Democracia como principio de acción exterior en Washington, entre otras razones porque “some alien cultures may not be ready for their brand of pure democracy”, pero sobre todo porque “if we´re going to start an American-first foreign policy, we´re going to have to stop defending every living soul on the planet”. Tal y como ha advertido Trump, Savage zanja la cuestión afirmando que “it´s time to stop being the world´s policemen, paid for the blood of our troops and the treasure of our taxpayers”. Es la Doctrina del Retiro, como la denomina Bret Stephens en “America in Retreat. The New Isolationism and the Coming Global Disorder”, y que en lo esencial consiste en “the idea that the containment most needed in the twenty-first century is not of authoritarian adversaries as China, Russia, or Iran. It´s containment of the United States itself- of its military power and its democratic zeal; of its presence and commitments abroad; of its global prominence”.
En el resto de asuntos tratados, desde las guerras culturales a la batalla contra los RINO (Republicans In Name Only) o la cuestión inmigratoria y el rechazo al Obamacare y el conjunto del legado progresista, Savage solo tiene un consejo para Trump: defiende nuestras fronteras, nuestro idioma y nuestra cultura. La tarea no es sencilla, pues “the battle lines are not drawn between Republicans and Democrats anymore. They are drawn between the Washington insiders and their connected special interests and everybody else”, especialmente los olvidados a los que hizo referencia Trump durante su campaña electoral, y que Savage describe como “the taxpayer, the man who pays for all the politicians´ programs”, y que ahora ha votado en masa por Trump para poner fin a esa costosa ingeniería social.
En Savage, como en el propio Trump, no se encontrará la profundidad intelectual de James Burham en “Suicide of the West. An Essay on the Meaning and Destiny of Liberalism” o la complejidad estratégica de Pat Buchanan en “A Republic, not an Empire. Reclaiming America´s Destiny”, pero en contrapartida Savage nos ofrece en un lenguaje simple, y en ocasiones muy divertido, las ideas compartidas por tantos estadounidenses cabreados no con la democracia en sí, sino con la corrupción de la república estadounidense. Se puede o no estar de acuerdo con sus postulados e interpretación de la realidad, pero lo que es innegable es que Savage, con libros como “Trump´s War”, es una lectura esencial para introducirnos en el interior del universo del conservadurismo populista y nacionalista que, desde Estados Unidos a Gran Bretaña, pasando por Francia, Hungría, Italia y ahora España, está alterando el debate político en Occidente, con imprevisibles consecuencias en la actual redefinición del equilibrio de poder mundial.
Nota bibliográfica
J. D. Vance: Hillbilly Elegy. A Memoir of a Family and Culture in Crisis. London; William Collins, 2016.
Michael Savage: The Savage Nation. Saving America from the Liberal Assault on Our Borders, Language and Culture. Nashville: WND Books, 2002.
Bret Stephens: America in Retreat. The New Isolationism and the Coming Global Disorder. New York: Sentinel, 2014.
James Burham: Suicide of the West. An Essay on the Meaning and Destiny of Liberalism. New York: The John Day Company, 1964.
Pat Buchanan: A Republic, not an Empire. Reclaiming America´s Destiny. Washington D.C.: Regnery Publishing, 1999.
Trump´s War. His battle for America
Michael Savage
New York, Center Street (2018)
288 páginas
____
Pedro Ramos Josa es Licenciado en Ciencias Políticas (UNED), Doctor en Paz y Seguridad Internacional (IUGM) y forma parte del equipo de investigadores del Centro de Seguridad Internacional.
Comments